El Mar de Ross, protegido por su helada lejanía, abunda en vida y belleza. Un tercio de todos los pingüinos Adelia y una cuarta parte de todos los pingüinos Emperador tienen su lugar allí. Las ballenas Minke antárticas también se hallan en abundancia.
En la mayoría de los océanos del mundo, los principales depredadores han sido reducidos por la sobrepesca, pero en el Mar de Ross todavía prosperan, incluyendo a las focas de Weddell y los leopardos marinos, una subespecie única de orca y la merluza negra antártica, el pez depredador más importante del Océano Austral.
El Mar de Ross puede soportar toda esta vida porque es la región más rica en recursos de los océanos en la Tierra, con un florecimiento de fitoplanton tan grande que puede verse desde el espacio exterior (Casandra M. Brooks. Journal de Asuntos Antárticos. Volumen I. marzo 2015).
El Mar de Ross es una bahía profunda entre el Océano Glacial Antártico y la Antártida entre la Tierra Victoria y la Tierra de Marie Byrd, al sur de Nueva Zalanda. Fue descubierto por James Clark Ross en 1841. Se extiende entre el Cabo Adare (170º 14´ E) y el Cabo Colbeck (158º 1´O).
La parte meridional de la bahía está cubierta por una plataforma helada, la Barrera de hielo de Ross, que tiene 500.000 km2. En el oeste del mar de Ross se encuentra la Isla Ross, dominada por los volcanes del monte Erebus y del monte Terror. En el este se encuentra la Isla Roosevelt, en la bahía de las Ballenas.
En la parte occidental del Mar de Ross, se encuentra el estrecho de McMurdo, que separa el continente de la isla de Ross, es un puerto normalmente libre de hielos durante el verano, lo que lo convierte en un lugar muy importante para las expediciones científicas. La zona más al sur del Mar de Ross es la costa de Golud, a unos 300 km del Polo Sur Geográfico.
El Mar de Ross es uno de los últimos tramos restantes del océano en la Tierra que no ha sido dañado por la actividad humana; pero, la sobrepesca, la contaminación y las especies invasoras están comenzando a dañarlo.
El Mar de Ross posee una diversidad biológica increíble y una larga historia de exploración humana y de investigación científica. La vida marina es tan abundante como lo era hace miles de años. Los científicos poseen datos sobre el Mar de Ross que comienzan hace 170 años y registros continuos que se remontan a más de 50 años; ésto permite a los científicos llegar a conclusiones más precisas y comprender mejor los cambios ambientales y ecológicos, especialmente en el campo de la investigación sobre el clima (ASOC).
Un estudio reciente determinó que la región tiene el menor nivel de perturbación de las actividades humanas entre los océanos del mundo (Halpern 2008).
El Mar de Ross es ecológicamente único, ofrece un hábitat para una gran variedad de especies bentónicas, pero lo más importante, a diferencia de todas las demás partes de los océanos del mundo, es que sus principales depredadores son todavía abundantes. Sus poblaciones de ballenas, focas y peces aún no se han explotado en demacía y sus números son altos. Además, a pesar que el Mar de Ross abarca menos del 13% de la circunferencia de la Antártida, y apenas el 3,3% de la superficie del Océano Austral, proporciona hábitat para poblaciones significativas de muchos animales, incluyendo el 38% de los pingüinos Adelia en el mundo, el 26% de los pingüinos Emperador, más del 30% de petreles antárticos, el 6% de las ballenas Minke antárticas.
El Mar de Ross cuenta con la más rica diversidad de peces en la alta latitud del Océano Austral, incluyendo siete especies que se encuentran en ninguna otra parte. Cualquier alteración o degradación del hábitat tendrá los mismos efectos perjudiciales que se han documentado en otros lugares de la Tierra, como la proliferación de algas tóxicas, zonas muertas privadas de oxígeno y las invasiones de medusas.
El Mar de Ross también se considera la zona más productiva en todo el Océano Austral, por lo que, muchas especies dependen de ella para alimentarse.
La mayoría de los océanos del mundo han sufrido una severa sobrepesca y contaminación, el Mar de Ross se ha mantenido prácticamente intacto. Los científicos consideran que es un laboratorio viviente, que puede ofrecer la última oportunidad para estudiar cómo funciona un ecosistema marino sano. Durante más de una década, los científicos han luchado junto a conservacionistas, celebridades, artistas, medios de comunicación y el público en general, por la creación de una reserva marina en el Mar de Ross. Debido a la importancia que cobró la conservación de su entorno ecológico, el Mar de Ross es ahora conocido como "El último Océano".
A diferencia con lo que sucede con el Continente Antártico que se halla protegido por el Tratado Antártico, los mares que rodean la Antártida no se hallan protegidos por el Tratado.
En la actualidad el Océano Austral, es el ecosistema acuático menos contaminado del planeta, pero se encuentra amenazado por la industria pesquera en su creciente ambición por la merluza negra y el krill (Fundación Agenda Antártica).
La merluza negra fue descubierta por primera vez en la década de 1970 a lo largo de la costa de Chile. Estos peces fueron primero capturados como pesca incidental, normalmente siendo desechados, ya que los pescadores se concentraban en otras especies de mayor comercializaciòn. Cuando un comerciante norteamericano del sector pesquero que se hallaba en busca de nuevos peces para vender en Estados Unidos vio la enormidad de la merluza negra, (pueden crecer por encima de los 2 metros y pesar hasta 100 kgr) lo catalogó como "Chilean Sea Bass" (róbalo chilena) y comenzó a comercializarse (Cassandra M. Brooks. Jorunal de Asuntos Antárticos. Vol. 1. Mayo 2015.
Con un gran marketing de fondo y un inteligente nuevo nombre en términos comerciales, la merluza negra pasó rápidamente a la alta cocina. La carne blanca y al mismo tiempo la grasa del pescado resultó ser un sueño para los chefs internacionales. La merluza negra, de un día para el otro se encontró en los menús de los restaurantes más exclusivos de todo Estados Unidos.
Para satisfacer la demanda del mercado, los buques extendieron la pesca de merluza negra más allá de Chile y se dirigieron al Océano Austral.
Las poblaciones de merluza negra se encuentran alrededor de casi todas las islas subantárticas.
La pesca ilegal, desvastó a lo largo de la década de 1990 las poblaciones de merluza negra en el Océano Austral. Como consecuencia la merluza negra se redujo considerablemente y los barcos de pesca fueron empujados cada vez más hacia el sur, hasta que finalmente penetraron las heladas aguas del Mar de Ross para econtrar la merluza negra antártica, prima de la merluza negra patagónica.
La merluza negra antártica sobrevive en las aguas heladas del Mar de Ross debido a la producción de proteínas anticongelantes que evitan que su sangre se convierta en hielo. En lugar de la vejiga natatoria, que utilizan la mayoría de los peces para controlar su flotabilidad, le merluza negra produce lípidos (grasas) para lograr su perfecto equilibrio. Por desgracia para la merluza negra, esos lípidos la hacen un pez rico y sabroso. Viven 40 años o más y crece lentamente, logrando su madurez recién en sus años de adolescencia.
Poco se sabe de la merluza negra antártica, pero la evidencia sugiere que realizan una importante migración de desove comenzando en las profundidades del talud continental del Mar de Ross, para luego entrar en la corriente circular de Ross llegando a 500 kilómetros al norte del Sistema Montañoso Pacífico Antártico. Desovando allí probablemente, liberando sus huevos y regrasando al mar de Ross. No se sabe cuándo o con qué frecuencia desovan, pero es probable que no lo hagan todos los años. También se desconoce cuán grande es su población.
El Mar de Ross posee una diversidad biológica increíble y una larga historia de exploración humana y de investigación científica. La vida marina es tan abundante como lo era hace miles de años. Los científicos poseen datos sobre el Mar de Ross que comienzan hace 170 años y registros continuos que se remontan a más de 50 años; ésto permite a los científicos llegar a conclusiones más precisas y comprender mejor los cambios ambientales y ecológicos, especialmente en el campo de la investigación sobre el clima (ASOC).
Un estudio reciente determinó que la región tiene el menor nivel de perturbación de las actividades humanas entre los océanos del mundo (Halpern 2008).
El Mar de Ross es ecológicamente único, ofrece un hábitat para una gran variedad de especies bentónicas, pero lo más importante, a diferencia de todas las demás partes de los océanos del mundo, es que sus principales depredadores son todavía abundantes. Sus poblaciones de ballenas, focas y peces aún no se han explotado en demacía y sus números son altos. Además, a pesar que el Mar de Ross abarca menos del 13% de la circunferencia de la Antártida, y apenas el 3,3% de la superficie del Océano Austral, proporciona hábitat para poblaciones significativas de muchos animales, incluyendo el 38% de los pingüinos Adelia en el mundo, el 26% de los pingüinos Emperador, más del 30% de petreles antárticos, el 6% de las ballenas Minke antárticas.
El Mar de Ross cuenta con la más rica diversidad de peces en la alta latitud del Océano Austral, incluyendo siete especies que se encuentran en ninguna otra parte. Cualquier alteración o degradación del hábitat tendrá los mismos efectos perjudiciales que se han documentado en otros lugares de la Tierra, como la proliferación de algas tóxicas, zonas muertas privadas de oxígeno y las invasiones de medusas.
El Mar de Ross también se considera la zona más productiva en todo el Océano Austral, por lo que, muchas especies dependen de ella para alimentarse.
La mayoría de los océanos del mundo han sufrido una severa sobrepesca y contaminación, el Mar de Ross se ha mantenido prácticamente intacto. Los científicos consideran que es un laboratorio viviente, que puede ofrecer la última oportunidad para estudiar cómo funciona un ecosistema marino sano. Durante más de una década, los científicos han luchado junto a conservacionistas, celebridades, artistas, medios de comunicación y el público en general, por la creación de una reserva marina en el Mar de Ross. Debido a la importancia que cobró la conservación de su entorno ecológico, el Mar de Ross es ahora conocido como "El último Océano".
A diferencia con lo que sucede con el Continente Antártico que se halla protegido por el Tratado Antártico, los mares que rodean la Antártida no se hallan protegidos por el Tratado.
En la actualidad el Océano Austral, es el ecosistema acuático menos contaminado del planeta, pero se encuentra amenazado por la industria pesquera en su creciente ambición por la merluza negra y el krill (Fundación Agenda Antártica).
La merluza negra fue descubierta por primera vez en la década de 1970 a lo largo de la costa de Chile. Estos peces fueron primero capturados como pesca incidental, normalmente siendo desechados, ya que los pescadores se concentraban en otras especies de mayor comercializaciòn. Cuando un comerciante norteamericano del sector pesquero que se hallaba en busca de nuevos peces para vender en Estados Unidos vio la enormidad de la merluza negra, (pueden crecer por encima de los 2 metros y pesar hasta 100 kgr) lo catalogó como "Chilean Sea Bass" (róbalo chilena) y comenzó a comercializarse (Cassandra M. Brooks. Jorunal de Asuntos Antárticos. Vol. 1. Mayo 2015.
Con un gran marketing de fondo y un inteligente nuevo nombre en términos comerciales, la merluza negra pasó rápidamente a la alta cocina. La carne blanca y al mismo tiempo la grasa del pescado resultó ser un sueño para los chefs internacionales. La merluza negra, de un día para el otro se encontró en los menús de los restaurantes más exclusivos de todo Estados Unidos.
Para satisfacer la demanda del mercado, los buques extendieron la pesca de merluza negra más allá de Chile y se dirigieron al Océano Austral.
Las poblaciones de merluza negra se encuentran alrededor de casi todas las islas subantárticas.
La pesca ilegal, desvastó a lo largo de la década de 1990 las poblaciones de merluza negra en el Océano Austral. Como consecuencia la merluza negra se redujo considerablemente y los barcos de pesca fueron empujados cada vez más hacia el sur, hasta que finalmente penetraron las heladas aguas del Mar de Ross para econtrar la merluza negra antártica, prima de la merluza negra patagónica.
La merluza negra antártica sobrevive en las aguas heladas del Mar de Ross debido a la producción de proteínas anticongelantes que evitan que su sangre se convierta en hielo. En lugar de la vejiga natatoria, que utilizan la mayoría de los peces para controlar su flotabilidad, le merluza negra produce lípidos (grasas) para lograr su perfecto equilibrio. Por desgracia para la merluza negra, esos lípidos la hacen un pez rico y sabroso. Viven 40 años o más y crece lentamente, logrando su madurez recién en sus años de adolescencia.
Poco se sabe de la merluza negra antártica, pero la evidencia sugiere que realizan una importante migración de desove comenzando en las profundidades del talud continental del Mar de Ross, para luego entrar en la corriente circular de Ross llegando a 500 kilómetros al norte del Sistema Montañoso Pacífico Antártico. Desovando allí probablemente, liberando sus huevos y regrasando al mar de Ross. No se sabe cuándo o con qué frecuencia desovan, pero es probable que no lo hagan todos los años. También se desconoce cuán grande es su población.
El equilibrio natural del mar de Ross se encuentra amenazado por la flota pesquera internacional. Los pescadores actualmente capturan más de 3.000 toneladas de merluza negra cada año, (también llamada Lubina chilena) lo que repercute en todo el ecosistema. Los estudios de las capturas de merluza negra ya han puesto de manifiesto la pérdida de los peces más grandes de la población del Mar de Ross.
La merluza negra es un importante depredador del diablillo antártico, calamares y otros peces y se cree que son una parte importante de la dieta de las focas de Weddell y orcas del Mar de Ross.
Argentina, Francia, Chile, Australia, Sudáfrica, el Reino Unido, la República de Corea y Uruguay son los principales países que lideran la pesca de merluza negra. Pescan en las aguas de la Antártida y en las aguas nacionales de los países cercanos. Siendo los principales mercados que consumen merluza negra Estados Unidos, Japón y la Unión Europea.
En 1982 tras el comienzo de la explotación del Krill, se estableció la Convención para la Conservación de los Recursos Marinos Antárticos (CCRVMA) con el objetivo de conservar la flora y la fauna marina antártica.
Las áreas marinas protegidas tienen como objetivo preservar los valiosos recursos marinos de estas regiones polares y proteger a la fauna que la habita: pingüinos, focas, albatros, petreles, etc. Las áreas marinas protegidas no prohiben la pesca en todas las zonas, sino que subdividen a los ecosistemas en regiones, aquellas más ricas en fauna y donde la pesca está prohibida y regiones donde se puede llevar a cabo la pesca regulada de manera sustentable.
La CCRVMA se encarga de regular la pesca de las especies del Océano Austral, especialmente merluza negra, centolla y Krill, (éste último es el eslabón esencial de la cadena trófica de los principales animales de la fauna antártica).
La CCRVMA se encarga de regular la pesca de las especies del Océano Austral, especialmente merluza negra, centolla y Krill, (éste último es el eslabón esencial de la cadena trófica de los principales animales de la fauna antártica).
La CCRVMA tiene sede en Hobat, Tansmania y está conformado por 25 países miembros, sus decisiones son medidas de conservación y se adoptan por unanimidad.
En el año 2.009, Nueva Zelanda y Estados Unidos presentaron ante la CCRVMA una propuesta para crear el Área Marina Protegida en la región del Mar de Ross, un área que cubre más de 2.3 millones de kilómetros cuadrados. Desde entonces no logran ponerse de acuerdo para establecer el área protegida del Mar de Ross; en la reunión de 2014, las tensiones entre Rusia, Ucrania y los Estados Unidos bloquearon la posibilidad de progresar en post de lograr el área marítima protegida del Mar de Ross.
En este 2015, en el mes de junio, una nueva reunión volverá a realizarse, un nuevo debate será abierto. La propuesta del área marítima protegida, en su forma actual, no reduciría la cantidad de peces capturados en el Mar de Ross, ni interferiría en las principales zonas de pesca. Las Áreas Marítimas Protegidas abarcarían, sin embargo, apróximadamente casi la totalidad de la plataforma continental del Mar de Ross y una gran parte del talud continental, así como la región alrededor de las biológicamente ricas Islas Balleny y las montañas submarinas al norte del Mar de Ross. Las cláusulas propuestas ayudarían a mejorar las políticas de preservación de la merluza negra antártica. Las áreas del Mar de Ross donde se impondrían límites a la pesca protegerían al menos parte de la población de merluza negra, con suerte asegurando que el stock del Mar de Ross no siga la tendencia de colapso de tantas otras pesquerías en el mundo.
Con la mirada de todo el mundo puesta en la CCRVMA, la propuesta del Área Marina Protegida en el Mar de Ross se discutirá por cuarta vez el mes próximo y se espera que los 25 naciones miembro puedan hacer más que sólo establecer una cuota de captura para la merluza negra.
El mundo tendrá la mirada puesta en ellos, esperemos que finalmente la voluntad esté puesta en proteger al Mar de Ross por el bien de nuestra generación y las venideras.
Si aún no viste la película "The Last Ocean", (El Último Océano) no te la pierdas!, comprenderás por qué es necesario proteger al Mar de Ross.
Esta película forma parte del Programa de nuestras Jornadas de Disertación sobre la Antártida.
Fuetes:
www.asoc.org
www.agendaantartica.org
www.thelastocean.worpress.com
Journal de Asuntos Antárticos. Fundación Agenda Antártica. (se puede leer siguiendo el link en este blog)
En el año 2.009, Nueva Zelanda y Estados Unidos presentaron ante la CCRVMA una propuesta para crear el Área Marina Protegida en la región del Mar de Ross, un área que cubre más de 2.3 millones de kilómetros cuadrados. Desde entonces no logran ponerse de acuerdo para establecer el área protegida del Mar de Ross; en la reunión de 2014, las tensiones entre Rusia, Ucrania y los Estados Unidos bloquearon la posibilidad de progresar en post de lograr el área marítima protegida del Mar de Ross.
En este 2015, en el mes de junio, una nueva reunión volverá a realizarse, un nuevo debate será abierto. La propuesta del área marítima protegida, en su forma actual, no reduciría la cantidad de peces capturados en el Mar de Ross, ni interferiría en las principales zonas de pesca. Las Áreas Marítimas Protegidas abarcarían, sin embargo, apróximadamente casi la totalidad de la plataforma continental del Mar de Ross y una gran parte del talud continental, así como la región alrededor de las biológicamente ricas Islas Balleny y las montañas submarinas al norte del Mar de Ross. Las cláusulas propuestas ayudarían a mejorar las políticas de preservación de la merluza negra antártica. Las áreas del Mar de Ross donde se impondrían límites a la pesca protegerían al menos parte de la población de merluza negra, con suerte asegurando que el stock del Mar de Ross no siga la tendencia de colapso de tantas otras pesquerías en el mundo.
Con la mirada de todo el mundo puesta en la CCRVMA, la propuesta del Área Marina Protegida en el Mar de Ross se discutirá por cuarta vez el mes próximo y se espera que los 25 naciones miembro puedan hacer más que sólo establecer una cuota de captura para la merluza negra.
El mundo tendrá la mirada puesta en ellos, esperemos que finalmente la voluntad esté puesta en proteger al Mar de Ross por el bien de nuestra generación y las venideras.
Si aún no viste la película "The Last Ocean", (El Último Océano) no te la pierdas!, comprenderás por qué es necesario proteger al Mar de Ross.
Esta película forma parte del Programa de nuestras Jornadas de Disertación sobre la Antártida.
Fuetes:
www.asoc.org
www.agendaantartica.org
www.thelastocean.worpress.com
Journal de Asuntos Antárticos. Fundación Agenda Antártica. (se puede leer siguiendo el link en este blog)
Lic. Dora E. Gerez