AVES ANTÁRTICAS
No todas las aves que encontramos en la convergencia antártica nidifican, sólo 36 especies lo hacen. Entre ellas 4 de pingüinos, 6 albatros, 18 petreles, el scúa y el Escúa Antártico, la paloma Antártica, la Gaviota Cocinera, el Cormorán Antártico.
Todas tienen sus patas palmadas, excepto la paloma antártica y la mayoría de ellas cumplen una migración hacia el norte a principios de otoño.
El albatros, con varias especies, frecuenta el Antártico y sobresale por su envergadura (hasta 3.40 mtrs) y majestuoso planeo.
El grupo de los petreles se caracteriza por uno o dos tubos nasales sobre el pico. Entre ellos se encuentra el petrel gigante, el damero del cabo, el petrel gris, el petrel antártico, el petrel de Wilson y el petrel de las nieves, totalmente blanco.
Foto: Petrel Gigante
Foto: Pareja de Petrel Damero
Foto: Petrel de las Nieves
Otros integrantes de la fauna son el cormorán de ojos azules, la gaviota, el skúa o gaviota parda y el gaviotín que cumple una migración de Polo a Polo y la paloma antártica.
Foto: Cormorán Antártico
Foto: Gaviotín Antártico
Foto: Paloma Antártica
Foto: Skúa Antártico
Pero de las aves antárticas el grupo de los pingüinos es el que más llama la atención por su completa adaptación al medio acuático y su andar erguido. También son aves eminentemente sociables y viven en comunidades que a veces superan los 150.000 individuos.
Los pingüinos "Los reyes antárticos":
Si bien los primeros viajeros los llamaron "pájaros bobos" por ser aves que no vuelan y tienen un caminar muy particular, son muy ágiles dentro y fuera del agua.
En el mar pueden llegar a nadar alrededor de 20 km/h y sobre el hielo se deslizan como expertos esquiadores, toman velocidad corriendo y se lanzan de panza a la nieve deslizándose y empujados por sus patas y alas.
Estos animales se trasladan en el océano miles de kilómetros todos los años en busca de alimento y para nidificar.
Estas aves no voladoras, son las mejores adaptadas al medio acuático del mundo, tienen cuerpo de forma hidrodinámica, con potentes alas que cumplen la función de aletas y patas palmeadas que le sirven para el buceo y la natación.
Para su vida acuática y aislamiento, para las bajas temperaturas, estos simpáticos animales tienen plumas especializadas, a las cuales las impermeabilizan con unas glándulas especiales que tienen en el cuerpo. Además, debajo de estas plumas tienen una capa de grasa que le aporta también aislamiento.
En nuestra Antártida Argentina podemos encontrar 6 especies de pingüinos:
Pingüino Emperador (Aptenodytes Forsteri):
Es el más grande de todos con 90 cm de alto y el que bucea a mayor profundidad llegando a zambullirse 265 metros durante unos 18 minutos sin subir a la superficie a respirar. Además es el único que permanece más cercano al polo donde nidifica sobre el hielo durante el crudo invierno antártico.
Nidifican en grandes colonias y cada pingüino pone un sólo huevo que es cuidado por el macho, pudiendo pasar entre tres a cuatro meses hasta que la hembra lo reemplace, durante este tiempo no se alimenta, pudiendo llegar a perder la mitad de su peso corporal. Luego se alternan con la hembra para buscar peces así poder alimentar a su pichón.
Pingüino Rey (Aptenodytes Patagonicus):
Es el segundo tamaño entre los pingüinos (75 cm) y puede llegar a sumergirse unos 245 mts. pero a diferencia del emperador, cría en las islas Malvinas y las Georgias, y sólo viene a la Antártida para alimentarse de peces.
Pingüino Adelia (Pygoscelis adeliae):
Es uno de los más adaptados a las inclemencias del clima junto con el emperador. Es una de las especies más numerosas en la península antártica cercano al millón de parejas (2.000.000 de individuos).
Tiene una densa capa de plumaje largo con una buena capa de grasa debajo de la piel que cumple la función de aislante y de reserva de energía que la utiliza durante el período de incubación, cortejo y muda de sus plumas.
Nidifica a fines de octubre, principios de noviembre en la Antártida y después de la cría de sus dos pichones, migran hacia los bordes del campo de hielo, así les queda cercano el acceso al mar para poder alimentarse durante el invierno antártico.
Pingüino de Barbijo (Pygoscelis antárctica):
Su nombre se debe a que tiene una línea negra en su garganta que se asemeja a un barbijo, tiene un tamaño de unos 48 cm.
Son uno de los más numerosos, según dato en la península antártica, habría unos 594.000 parejas distribuidos en 130 colonias.
Se alimentan mayormente de kril y en invierno se van más al norte fuera del sector antártico siguiendo la migración de estos crustáceos.
Pingüino Papúa (Pygoscelis Antárctica):
También conocido como el pingüino de vincha, es uno de los que nidifica y cría en la antártida y en las islas del atlántico sur.
Es uno de los últimos en irse después de la reproducción, se ven ejemplares hasta el mes de junio.
Se alimenta de krill como las otras especies y también ingiere algunos peces.
Foto: Pingüino Papúa
Foto: Grupo Pingüinos Papúas
Pingüino Frente Dorada o Macaroni (Eudyptes Chrysolophus):
Este simpático pingüino con su penacho amarillo es el más pequeño de los seis antárticos con unos 45 cm de alto; con el Pingüino Rey son especies que aparecen en la antártida durante sus migraciones pero crían fuera de ella.
En el caso del Macaroni hacen sus nidos en las islas del atlántico y del pacífico.
A pesar de su gran población, el pingüino macaroni sufre distintas amenazas como los demás pingüinos, de la pesca industrial y la contaminación del petróleo.
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Pingüinos Papùa en la Base Orcadas
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ResponderEliminarGracias por visitar el blog, nos alegra que haya sido de su interés este artículo. Saludos!
EliminarMuy buena info, me vino perfecta para un trabajo de la facultad!!!
ResponderEliminarGracias por visitar el Blog y dejar tu mensaje. Este blog fue creado para difundir y me alegro que haya sido de utilidad para tus estudios! Saludos
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